Una tarta para comer fría acompañada de una ensalada verde, muy nutritiva y liviana. Un plato apropiado para esas ocasiones en las que no deseamos consumir carnes.
INGREDIENTES:
Masa: harina, 250grs - manteca, 125grs (bien fría) - yema, 1- sal, 1/2 cdita.
Relleno: cebolla, 800grs - tomates cherries, 200grs - aceitunas negras, 200grs - huevos, 3 - queso crema, 200grs - aceite, 4 cdas - sal y pimienta a gusto.
PREPARACION:
Cortar la cebolla en fina juliana.
Poner el aceite en una sartén al fuego y luego agregar las cebollas.
Rehogar hasta que estén transparentes. Deben quedar cocidas pero no doradas.
Mientras las cebollas se enfrían, colocar todos los ingredientes de la masa en una procesadora.
Procesar brevemente hasta que la masa se separe de las paredes y forme un bollo. En caso de que falte un poco de humedad, agregar una o dos cucharadas de agua fría. Envolverlo en papel film y llevarlo a la heladera por 15 minutos para que la manteca recupere frío.
Espolvorear la mesada con un poco de harina y estirar la masa.
Cubrir con la masa estirada un molde de 30cm. Es posible que en algunas ocasiones la masa se rompa, pero se soluciona emparchando con pedacitos. Es una característica de esta masa ser tan quebradiza, por eso se desarma en el paladar y le confiere una suavidad que la hace irresistible. Con parte de la clara que nos sobró pincelamos la masa para impermeabilizarla.
Agregamos a las cebollas rehogadas los tomates cherries cortados por la mitad transversalmente, las aceitunas, el queso crema y los huevos. Condimentamos con sal y pimienta y mezclamos.
Colocamos el relleno sobre la masa.
Horneamos por espacio de 50 minutos en horno moderado o hasta que notemos que el relleno está turgente y la masa se separa de las paredes de la tartera.
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